Skull&Roses

La calavera que hará sufrir a uno y sonreír a los demás.
Parafraseando el libreto de instrucciones, tradicionalmente, las bandas de moteros elegían a su líder en una despiadada competición llamada “De vuelta a la pista,” consistente en mantenerse el mayor tiempo posible siendo arrastrado por una moto de gran cilindrada… sin derramar una sola gota de cerveza.
Pero como arrastrar a alguien con una moto puede ser, además de doloroso, ilegal y caro (y se requiere mucho espacio para ello), hay una versión más civilizada que es este sencillo y ameno juego de cartas, o mejor dicho, de posavasos.
Cada uno de los jugadores es una banda de moteros (una de ellas directa y nada disimuladamente inspirada en los hombres-lobo de Castronegro) y cuenta con 4 de estos posavasos: tres con rosas y uno con una clavera. Además, tienen una carta con “skull” a un lado y “roses”, que es igual para todos.
La mecánica es simple cual botijo. Primero todos ponen uno de sus posavasos boca abajo (de manera que no se sepa si son rosas o calavera), y por orden cada jugador decide si añadir carta o levantar cartas. Si decide levantar, dice un número, que es el número de rosas que es capaz de levantar de entre las cartas jugadas. Es decir, si dice “tres”, tiene que levantar tres cartas con rosas y ninguna con calavera. Cualquier jugador, antes de que se levante ninguna carta, puede subir la apuesta diciendo un número más alto, debiendo entonces ser el nuevo jugador el que levante ese número. Y claro, si el número es muy alto la cosa se complica, puesto que las probabilidades de sacar una fatídica calavera se multiplican.
Lo dicho, posavasos.
Es importante no perder de vista que las cartas se levantan siempre de más arriba a más abajo, de manera que si en una pila hay dos rosas pero arriba una calavera, robar de ahí sería muerte. También es importante que la primera carta que robes debe ser de tu montón de posavasos (con lo que si arriba del todo tienes una calavera, piénsalo bien antes de decir un número, o te puedes llevar un disgusto).
Con esto pueden pasar dos cosas: que se falle, en cuyo caso se pierde al azar una de las cuatro cartas (cartas, posavasos, los estoy usando indistintamente) y se empieza una nueva ronda, quedando eliminado el jugador que se quede sin cartas, o que se acierte. Si un jugador acierta una vez, dará la vuelta a su carta skull/roses, y si acierta una segunda vez, gana la partida. También se gana, claro, si todos los demás jugadores son eliminados.
Lo dicho, un juego sencillo, para 3-6 jugadores, y sobre todo muy rápido, siendo difícil que una partida entera dure más de 15 minutos.

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