Lacrimosa

Damas y caballeros, lamentamos informarles que Wolfgang Amadeus Mozart ha muerto, dejando incompleta su última obra, el Réquiem. ¿Qué hará Constanze, su pobre viuda, para ver terminada esta obra y poder reclamar los honorarios pendientes?

Huelgan las presentaciones sobre el que es, sin duda, uno de los compsitores musicales más importantes y conocidos de la música clásica, cuya vida, obra y muerte sirven de excusa para este juego de mesa de gestión de recursos y mazo, cuya cuidada y preciosa estética es lo primero que entra por los ojos.

Lacrimosa es un juego de 1 a 4 jugadores (el modo solitario lo probé una vez y me pareció que iba bastante bien) y tiene como objetivo ser el jugador con más puntos de victoria al final de la última ronda. Se juegan cinco, cada una representando una de las etapas de la vida artística de Mozart.

Cada jugador recibe su tablero personal, sus 9+1 cartas iniciales (9 de acción, llamadas “memorias”, y una obra), sus contadores de requiem y sus cubos para marcar los puntos de relato (los recursos, vaya), así como una cantidad variable de dinero y puntos de victoria.

Se preparan los elementos del tablero y se empieza a jugar. Cada jugador roba hasta 4 cartas (de su mazo) y, por orden, juegan dos. Una la pondrá en la ranura de arriba, dejando vicible solo la parte superior de la carta y otra en la de abajo, dejando solo a la vista la parte inferior, en lo que me pareció una genialidad de diseño.

Lo de arriba es la acción, lo de abajo el recurso que genera.

Las acciones posibles son, de izquierda a derecha:

Documentar recuerdos: Es la manera que tenemos de mejorar el mazo. Hay una parte del tablero destinada a formar una especie de “mercado”, en el que con esta acción podemos comprar cartas mejores que las nuestras, e irnos deshaciendo de las iniciales. Cuando hacemos esta acción, reemplazamos la carta que hubiéramos puesto en la ranura de debajo con la carta nueva, y la otra la perdemos para siempre.

-Encargar una composición: En el mismo mercado en el que hay cartas de acciones (memorias) hay cartas de obras, que también podemos comprar con esta acción (con la otra acciones, con esta obras). No van al mazo ni a ninguna ranura, sino que nos la quedamos en nuestra zona de juego. Es importante señalar que estas obras son de distintos tipos, lo que luego es útil para hacer ciertas combinaciones que nos generen puntos de victoria.

Representar o vender una obra: Además de la recompensa que hayamos podido ganar al adquirirlos, podemos usarlas para ganar una recompensa menor (conservándola) o una más gorda (descartándola).

Viajar: En el mapa hay un tablerito, por el que podemos ir moviendo a Mozart. Pagando dinero podemos moverlo más o menos casillas, y si aterriza en una con una loseta de recompensa, podremos comprarla (no tendría ningún sentido mover a Mozart a una casilla sin recompensa, dicho sea de paso). Las habrá inmediatas o de fin de partida.

Requiem: La acción gorda, con la que podemos continuar la obra inacabada del maestro. Cada jugador tiene, en su tablero personal unos contadores, relacionados con distintos instrumentos musicales, que podemos asignar a la partitura que hay en el tablero. Seleccionamos a qué etapa del requiem lo mandamos y cuál de los dos compositores (se eligen dos de entre EyblerSüssmayrFreystadtler y Stadler), para generar un juego de mayorías, que nos dará puntos al final de la partida. Además, esto nos darña importantes recompensas, tanto por liberar la ficha de nuestro tablero como por asignarla. Pero las recompensas gordas, si bien son costosas, merecen la pena.

También está la opción de pasar y ganar algo de dinero, pero es la típica que haces solo cuando estás desesperado, ya que es casi tirar el turno.

Una vez todos han hecho sus acciones, toca la fase de mantenimiento, donde se reajustan los contadores de recursos, según las cartas jugadas, se obtienen recompensas de ronda (no comenté que a principio de ronda se muestra una carta que da X recompensa por cada carta jugada de un tipo determinado).

También se purgan las cartas del “mercado”, se sacan las de la nueva fase (que cada vez irán siendo más potentes) y, al final de la 5ª ronda, se contarán los puntos de fin de partida, por dinero y recursos sobrantes, contadores en el requiem y losetas de recompensa que hayamos ganado con la acción de viajar.

Y con esto tenemos una brevísima reseña de este bonito juego, de una dureza intermedia y una duración aproximada de dos horas.

Por Jokin

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