Seguimos vivos

Aunque con las circunstancias que nos toca vivir estamos muy poco activos de cara a hacer cosas al público, queremos mover la patita para dejar constancia de que seguimos existiendo, y aunque en el corto plazo no podemos hablar aún de eventos abiertos, sí que tenemos intención de en algún momento volver a ello.

Pero eso, que seguimos vivos.

¡Salud y rol!

¡Pingüinos!

Coleccionando pescado fresco.

Ahora que todavía es invierno aprovecharé para reseñar un juego de mesa que nos lleva a la Antártida, para ponernos en el pelaje de unos voraces pingüinos, que se quieren poner las botas comiendo pescado. Un juego sencillo, fácil de aprender y rápido de jugar, con el potencial para picarse y jugar varias partidas seguidas.

El tablero se compone de varias losetas hexagonales, que contienen 1, 2 o 3 peces, y se irán colocando para formar una isla más o menos homogénea. 

Despliegue a 4 jugadores.

Hecho el mapa, los jugadores van poniendo, por orden, pingüinos en las casillas que quieran que estén libres y tengan solo un pez. Dependiendo de cuántos sean, pondrán más o menos jugadores (a dos son cuatro por jugador, a tres son tres y a cuatro son dos). Hecho eso, se empieza.

Cada jugador en su turno puede mover cualquiera de sus pingüinos, en línea recta, tantas casillas como quiera, pero no puede atravesar huecos ni pingüinos (sean ajenos o propios). Recoge la casilla de la qe ha salido y se la queda, añadiéndola a su reserva.

Así, se irán alternando los turnos hasta que ningún pingüino tenga movimientos posibles o se hayan quedado todos aislados, sin posibilidad de interferir unos con otros, en cuyo caso cada jugador se llevará los puntos de sus “islas” (aunque tiene que poder hacerlo sin dividir la isla) y se pasará a ver quién ha ganado.

Rojo, azul y amarillo podrían quedarse con todas sus islas, pero el azul tendría que elegir uno de los lados.

La parte de contar los puntos es muy sencilla: se cuentan los peces, que no las losetas, y el que tenga más peces capturados, ha ganado la partida. 

¿Jugamos otra?

Millions of dollars


Este es un juego de roles ocultos en el que los personajes se ponen en el papel de una banda de atracadores, una de esas en las que cada uno es experto en una cosa y consiguen dar el golpe del siglo. Pero aunque tienen que cooperar para que el atraco salga adelante, esto va de ver quién se hace con la parte gorda del botín, convirtiéndose en un juego de negociación, faroleo y puñaladas traperas.
Preparación
El primer paso y el más importante es repartirse las bandas. Cada jugador representará a una facción distinta, y aunque a efectos de juego son todas idénticas, el diseño es diferente en cada una y la molonidad es un apartado muy importante cuando se trata de orquestar un gran atraco.

Cada banda tiene los siguientes personajes, correspondientes a los roles que tiene que haber para el atraco:

-Conductor

-Matón

-Estafador

-Soplón

-Mente maestra


Estos roles depenerán del número de jugadores Siendo 7 u  8 están todos, siendo 5 o 6 se quitan las Mentes Maestras y siendo 4 o menos se quitan los Soplones.
Cada jugador cogerá sus dos barajas, una con los personajes personalizados de su facción y otra con los iconos genéricos de los personajes.

Planificación
Lo primero es robar una carta de botín y colocarla boca arriba. Esta nos dará la siguiente información:
-Cantidad de dinero que se reparten los jugadores-Apuesta inicial que cada jugador debe hacer para participar (hasta para los atracos hay que poner bote)-A veces, el rol que gana más dinero si participa en el atraco.

Atracar este banco da 8 millones, participar cuesta uno y el soplón se lleva dinero extra si participa.

Visto el golpe, cada jugador elige cuál de los roles va a desempeñar, y pone sus dos cartas de ese rol boca abajo. La específica frente a él y la genérica en una pila, con las del resto de jugadores. Es decir, pongamos que elijo ser el Soplón, pues pondría mis dos cartas de soplón.

Negociación
Se cogen las cartas, debería haber tantas como jugadores, de la pila que se ha hecho con las genéricas, y se ponen boca arriba todas menos una, de manera que es imposible saber al 100% cuántas hay de cada cosa. 
Entonces toca negociar, pues resulta que solo puede haber una de cada (un soplón, un matón, un conductor…) y por narices va a haber cartas repetidas. Cada jugador entonces puede decidir retirarse (y recuperar el dinero que puso para participar en ese atraco) o plantarse y seguir adelante.
Durante esta fase, los jugadores pueden mentir, negociar, sobornar, amenazar… pero bajo ningún concepto enseñar su carta, ni aunque se retire se ese atraco. 

El golpe
Cuando se hayan retirado todos los que se hayan querido retirar, se sigue adelante con el golpe, siguiendo este orden.
Primero el o los jugadores que tengan el Soplón, muestran su carta (la específica, que es la forma de demostrar qué pusieron). Si hay dos o más soplones, ambos quedan eliminados y pierden su apuesta (esto pasará con todos los roles). Si solo hay uno, el jugador recupera su apuesta y nombra un rol de los que están visibles. Los que tenían ese rol quedarán eliminados, pero no lo podrán decir hasta que termine todo el atraco (ahí ya podrán gruñir y mirar con odio).
Después el o los que tengan el Matón. Si se repite, los dos fuera, si solo hay uno, recupera su apuesta, sigue en el golpe y roba una carta de Intimidación, que sirve, para atracos posteriores, mirar la carta de otro jugador durante la fase de negociación.
Luego toca al Conductor. Lo mismo de siempre, si son varios a la calle, si solo es uno recupera su apuesta y sigue. Estafador Mente Maestra, más de lo mismo.

Repartir el botín
Por fin toca hacerse con el dinero y repartirlo, siguiendo estas reglas:
-Si hay una mente maestra en juego, se suma dos al dinero a repartir.-Se reparte el dinero resultante a partes iguales y el que sobre se pierde.-Cada jugador que haya cobrado dinero paga 1$ al conductor (si lo hay)-El Estafador (si lo hay) roba 2$ al Matón (si lo hay)-El que tenga el rol especial de la carta, gana 1$ más.
Pero hay una regla especial muy divertida, y es que si al final del atraco solo ha quedado el Soplón, la policía le pega una paliza por darles un soplo falso y no solo no gana nada, sino que perderá 3$.
El juego dura hasta que se cometa los 8 atracos o hasta que un jugador gane 20$, lo que pase antes.

Un juego sencillo, de partidas rápidas y un desarrollo muy loco, ya que al final en la lotería de las cartas en azar juega un papel muy importante. 

Pandemic

Cuando solo era un juego de mesa.


Hoy le toca el turno a un juego de mesa que cuando salió nos planteaba un escenario terrible pero irreal, y que hoy por desgracia ya no nos lo parece tanto. Aunque a diferencia del mundo real, son 4 las enfermedades que amenazan con asolar a la humanidad.
Pandemic es un juego cooperativo en el que los jugadores tienen que ganar una carrera contrarreloj y encontrar a tiempo las curas para las 4 enfermedades (roja, azul, amarilla y negra) o ser derrotados. Y ahora voy a explicar cómo se juega.

El mapamundi.


Entre los componentes del juego, cabe destacar que hay contadores y cartas. Los primeros son básicamente los peones de los jugadores y los cubos de cada una de las enfermedades, mientras que las cartas son las de jugador (una de cada ciudad, eventos que ayudan a ganar, y las temidas cartas de Pandemia) y las de infección (cada una asociada a una de las 48 ciudades del mapa). Bueno, también las de rol de personaje, pero esas son más bien una referencia.
Cada jugador será un personaje, con unas habilidades distintas, a elegir de entre los que hay (aunque confieso que no me los sé todos y los recuerdo más por los nombres coloquiales, como “el despachador” o “la cuarentenista”).
Se reparten cartas (de jugador) dependiendo de cuántos jueguen (2 jugadores 4 cartas, tres jugadores tres cartas y cuatro jugadores 2 cartas a cada uno) y se organiza, con las restantes, el mazo de cartas de jugador. Según la dificultad que se le quiera dar se pondrán más o menos cartas de epidemia, se harán montoncitos y con ellos un mazo, de forma que no salgan todas seguidas. Con respecto a las cartas de infección, al empezar el juego, se sacan 9 cartas. En las tres primeras se ponen 3 cubos de enfermedad del color correspondiente, en las 3 siguientes se ponen 2 y en las otras 3, uno. Y el resto de ciudades son la baraja de infección, de modo que tenemos nuestras dos barajas de las que robar cuando proceda.
La secuencia del turno es sencilla, y es que cada jugador tiene 4 acciones (5 si es la generalista) y con cada una de ellas puede hacer lo siguiente:


Tratar enfermedad: Quita un cubo de enfermedad de la ciudad en la que esté (si es el médico las quita todas).

Compartir conocimientos: Entrega o recibe la carta de la ciudad en la que esté a otro jugador que también esté en la misma ciudad (la analista puede dar cualquier carta, siempre que esté en la misma ciudad que el jugador que la recibe).

Encontrar cura: Descarta 5 cartas del mismo color (4 si eres la genetista) y encuentra la cura contra la enfermedad de ese color. Solo puede jugarse en una casilla que tenga un centro de investigación, y una vez se curen las 4 enfermedades, se gana la partida.

Construir centro de investigación: Descartas la carta de la ciudad en la que estás (el Experto en operaciones no tiene que descartar nada) y colocas un marcador de centro de investigación. 

Movimiento normal: Te desplazas a una ciudad adyacente

Movimiento con carta: Descarta una carta de ciudad, te puedes mover desde esa ciudad a cualquier sitio o de cualquier sitio a esa ciudad. Esto se llama respectivamente “vuelo chárter” o “vuelo directo“. 

Vuelo de lanzadera: Te mueves de un centro de investigación a otro.

Pasar: no haces nada.

Esa casita blanca tan mona es un centro de investigación.


Y cuando un jugador hace sus acciones, llega la parte complicada. Primero roba dos cartas de jugador, que de normal serán cartas de ciudad o de evento, pero a veces tocará robar carta de epidemia. Pero luego llegaremos a eso.
Después, robará tantas cartas de infección como indica la tasa de infección (a la que coloquialmente llamamos “rata infecta”, en una traducción bastarda del original “infection rate”), poniendo un cubito nuevo en cada ciudad que salga. ¿No parece para tanto, verdad? No lo es, a menos que toque poner un cubo en una ciudad que ya tiene tres de ese color. En ese caso no se pone el cubo, pero… ¡Chocapic!

Esto es lo que se llama brote, y tiene varias consecuencias. Una, que baja el marcador de brotes, y si se llega al octavo brote, game over. La otra, que cada ciudad adyacente a la que ha generado el brote gana un cubo de ese color. ¿Y si un brote hace que una ciudad que tenía tres cubos gane un cubo? Pues es lo que se llama reacción en cadena, y es que puede pasar que una mala jugada empiece a llenar el tablero de cubos como si no hubiera mañana. Y ojo, que si se agotan todos los cubos de un color, también se pierde.
Dicho eso, pasamos a explicar cómo funciona la carta de epidemia. Primero sube la tasa de infección (nuestro roedor pestilente favorito), luego se roba la carta de debajo del mazo de infección (entrando una nueva ciudad a la palestra), se baraja la pila de descartes de infección, se deja sobre el mazo y se roban cartas de infección con normalidad. Exacto, nos puede pasar que, sin comerlo ni beberlo, nos estalle una ciudad en los morros.
Bueno, si sobrevivimos a esto, tocará el turno del siguiente jugador. Así hasta que se encuentren las curas o se pierda de forma miserable. Y, como decía antes, es una carrera contrarreloj, de modo que si se agota el mazo de cartas de jugador sin haber encontrado las curas, también se pierde.
¿Cómo se gana, entonces? Lo dicho arriba: teniendo las cartas adecuadas y estando en el sitio preciso, se cura la enfermedad. Pero además de ser el objetivo de la partida, curar enfermedades también tiene una cosa muy buena, y es que una enfermedad curada permite que la acción de Tratar enfermedad quite todos los cubos de ese color que haya una ciudad, y al Médico le vale con entrar en una ciudad para limpìar los cubos de la enfermedad curada sin usar acciones. Además, si en algún momento se da la circunstancia de que una enfermedad está curada y no hay cubos de ese color en el tablero, se considerará erradicada y ya no volverán a aparecer cubos de ese color.

Marcadores de curación, estallido y “rata infecta”.


Pandemic es un juego de una duración moderadamente corta (sabiendo jugar se puede solventar perfectamente en menos de una hora) y una dificultad media-elevada (que además es modulable), de modo que supone un reto pero tampoco llega a ser frustrante. Y tiene el aliciente de ser cooperativo, lo que canalizará los piques hacia el propio juego y no entre los jugadores. Un clásico que bien merece estar en cualquier ludoteca que se precie, y más en los tiempos que corren.
Nótese por cierto, que aquí se habla del Pandemic normal, y no del Legacy, del que sería muy complicado hacer una reseña exhaustiva sin chafar todas las sorpresas que el juego depara a los que se atrevan con él.

Por Jokin

7 Pecados

Entre el bien y el mal.

Si se busca un juego ligero, fácil de aprender, rápido de jugar y sin demasiadas complicaciones tácticas, con un factor de puteo y una resolución azarosa, adornado con unas ilustraciones simpáticas, este puede ser un candidato, ya que sin ser njinguna maravilla, cumple con los requisitos arriba señalados y puede ser válido para echar el rato en jornadas o jugar una partida rápida mienstras se espera a alguien . Lo que viene siendo un filler, vaya.

Por alguna razón que hemos preferido no preguntar, este es el pecado más leve.

El juego se compone de 7 cartas de pecado (los 7 pecados capitales de la tradición judeocristiana, claro), 42 cartas de tentación (6 por pecado) y 6 cartas especiales de ángel/demonio. Además de eso, habrá 12 cubos de color rojo (hasta dos por jugador), que se llaman puntos de fe.

Cuando se juega a juegos de mesa apetece picotear, es así.

Se mezclan las cartas de ángel/demonio con las de tentación, se barajan y se dan dos a cada jugador, junto con dos cubos. Las 7 cartas de pecado se dejan en orden de menor a mayor, visibles en el centro de la mesa y con esto se empieza a jugar.

No, no os podéis quedar con todas las cartas de tentación.

Empezando por el último jugador que haya estado en una iglesia, el jugador inicial roba una carta (en principio del mazo de tentaciones, luego explico de qué otros sitios puede robarlas) y decide si juega una carta o gasta un punto de fe para enviar una carta de su mano al purgatorio (un espacio en el que se irán amontonando cartas de tentación).

¿De verdad tengo que seguir explicando? ¡Uf!

Lo más habitual será que juegue una carta de tentación (las de ángel/demonio son especiales, las explico luego), y tendrá que jugarla sobre la carta de pecado correspondiente. Si al poner la carta solo hay una, no pasa nada, pero si pone la segunda carta, pondrá la carta de pecado en su zona de juego y enviará al centro del tablero las cartas de tentación que el pecado tuviera encima. De esta manera, el espacio que ocupaba la carta de pecado, ahora tendrá cartas de tentación de ese pecado.
A continuación, una revelación que puede que os haga enfadar.

Olvidaba comentarlo: tener cartas de pecado es malo y gana el jugador que al finalizar la partida no tenga ninguna. Pero esto tiene una cosa buena, y es que al robar cartas, un jugador que tenga un pecado puede robar carta de tentación de ese pecado en vez de robar del mazo de tentaciones. ¿Y ese pecado se lo queda para siempre? Evidentemente no, y hay varias formas de quitarse cartas de pecado, siendo la más común, que otros jugadores pongan cartas de tentación sobre ella. Porque si al jugar cartas de tentación el pecado lo tiene un jugador, se siguen poniendo sobre su pecado igual, y si se pone la segunda, pues lo mismo, se quitan y se van al centro, con el pecado cambiando de dueño. Nada impide que un jugador ponga cartas de tentación sobre sus propios pecados, pero si pone la segunda, el pecado no cambiará de dueño y las cartas se irán al centro (no es una gran jugada, pero a veces no queda otra).

¿Por qué sus cartas son mejores que las mías?

Que una carta de pecado cambie de propietario tiene consecuencias divertidas y a veces caóticas. En primer lugar, un jugador que por culquier motivo se desprenda de un pecado, recuperará un punto de fe (hasta un máximo de 2) y ahora viene lo mejor: ¿Recordáis el limbo, ese sitio mágico en el que dejábamos las cartas que no queríamos jugar, previo pago de un punto de fe? Pues en cuanto un jugador pierde un pecado, las cartas del limbo se reparten una a una y al azar, empezando por el jugador siguiente al que perdió el pecado, y están obligados a jugarlas en ese preciso momento, lo que puede provocar, si había muchas cartas en el limbo, una conga tan caótica como divertida de cartas de pecado yendo y viniendo.

Esta reseña es maravillosa, no hace falta que lo digáis. Pero quiero oírlo.

Lo bueno, si breve, dos veces bueno, y todo juego tiene que terminar algún día. En este caso el juego termina cuando se termina el mazo de tentaciones. A partir de ese momento, se jugarán dos rondas en las que no se podrá robar cartas y jugar las que se tienen. Hecho eso, si uno o más jugadores están sin pecados, la victoria será suya, y si todos tienen algún pecado, ganará el que acumule menos puntos (de los impresos en las cartas). 

La propia carta se explica sola.

Para terminar, explicaré lo que hacen las cartas de ángel/demonio, que nos ofrecen 4 opciones, entre las que elegimos una en el momento de jugarla.

Proteger: Dejarla en la mesa sirve para evitar que nos envíen pecados con una carta de ángel/demonio.
Salvar: Elige un pecado de tu zona de juego que no tenga cartas de tentación encima y se lo mandas a otro jugador.
Pecar: Mandas un pecado que no sea tuyo, y no esté tentado, a otro jugador.
Desproteger: Eliminas un ángel que esté protegiendo. 

Y este es el juego, sin mayores complicaciones. Las reglas incluyen algunas variantes para darle más gracia, una de las que solemos usar es la de que si un jugador consigue hacerse con los 7 pecados, ganará inmediatamente la partida, regla que le da algo más de chicha al juego.

Puedes conseguirlo aquí:

https://www.ludokubo.com/juegos-de-mesa/familiares/
https://www.ludokubo.com/juegos-de-mesa/7-pecados/

Por Jokin

Halloweekend

A falta de jornadas presenciales, este año están proliferando los eventos online, dentro de los que vamos a destacar las Halloweekend del 30 de octubre y 1 de noviembre, pues Abaco colaborará con ellas por medio de nuestro socio Dan Gordillo, que dirigirá dos pases de su partida Sucedió en los 80 (con el sistema Zodiac, que es de su creación), partida sobre la que podéis encontrar más información aquí.

Ambos pases, el del 30 y el del 1, comenzarán a partir de las 18:00 y tendrán una duración aproximada de 3 horas por sesión. Abren las inscripciones el día 22 de octubre, en la web del evento.

Merienda Jurásica

Su visión se basa en el movimiento, su visión se basa en el movimiento…

Ya la caja nos da una pista sobre la temática de este simpático juego en el que los diploducus intentan alimentarse de las hojas de la jungla, tratando de evitar que los feroces tiranosaurios les den caza. Y todo ello con unas figuras que ya por sí solas justificarían la compra del juego.

Merienda Jurásica es un juego para dos jugadores en el que las partidas se pueden jugar realmente rápido (unos 15 minutos), pero tiene el suficiente componente de pique, unido a la posibilidad de modular un poco el tablero, lo que le da bastante rejugabilidad, de modo que es fácil jugar unas cuántas pàrtidas seguidas.

El juego se compone de 4 losetas de bosque, de 3×3 casillas cada una; 5 diploducus de cada color (azules y amarillos), 2 tiranosaurios y 28 fichas de hierba.

Ejemplo de loseta.

No hay una forma fija de colocar las losetas, y ni siquiera hay por qué colocarlas formando un cuadrado (aunque para la primera partida se recomienda), lo que le da la modularidad que comentaba. Como puede verse, hay unos dibujos de huevos, que marcan las posiciones iniciales de los diplodocus (4 por cada jugador). De momento un diplodocus de cada color y los dos tiranosaurios empiezan fuera. En el resto de casillas se colocarán, boca abajo, las casillas de hierba.

Y ya podemos empezar.

Las figuritas son geniales.

Se reparten los colores, se determina color inicial y a jugar. El que empieza, en su primer turno, solo tendrá una acción, pero a partir de ahí se irá alternando con 2 acciones un jugador, dos el otro y así hasta que se termine la partida.

Las acciones que se pueden hacer son básicamente dos: mover uno de tus diplodocus o mover un tiranosaurio. Lógicamente solo puedes mover dinosaurios que estén en el tablero y el movimiento se hace en línea recta hasta que te detiene una de estas cosas:

-Otro diplodocus.
-Otro Tiranosaurio.
-El borde del tablero.
-Una ficha de hierba.

Si un diplodocus choca contra un tiranosaurio no pasa nada, igual que si un tiranosaurio choca contra una casilla de hierba. Pero si el tiranosaurio choca contra un diplodocus o el diplodocus contra la hierba, en su lugar se comen la ficha. Si es un dipodocus se va de juego y si es una de hierba se da la vuelta y se aplica su efecto. El jugador que se come una ficha de hierba aplica su efecto de inmediato y se la guarda hasta el final de la partida.


NACIMIENTO:  Colocas un diplodicus de tu reserva en una casilla vacía a tu elección (lo que te permite devolver al juego los diplodocus devorados. Al final de la partida, esta ficha da un punto de victoria.


RECONOCIMIENTO: Mira en secreto TODAS las fichas de hierba de una loseta, pero no las muevas. Al final de la partida, esta ficha da un punto de victoria.


VIAJE AÉREO: Mueve cualquier diplodocus que esté en juego a cualquier casilla vacía. Al final de la partida, esta ficha da un punto de victoria.


ASALTO AÉREO: Mueve cualquier tiranosaurioque esté en juego a cualquier casilla vacía. Al final de la partida, esta ficha da un punto de victoria.


ERUPCIÓN VOLCÁNICA: Retira dos fichas de hierba del tablero, sin mirarlas, y devuélvelas a la caja. Al final de la partida, esta ficha da un punto de victoria.


¡SORPRESA!: Elimina uno de tus diplodocus y sustitúyelo por un tiranosaurio. Al final de la partida, esta ficha da tres puntos de victoria.


¡QUÉ RICO!: No produce ningún efecto, pero al final de la partida da dos puntos de victoria.

Las reglas especifican también que si robas una ficha de hierba y no puedes aplicar su efecto (por ejemplo, robas un asalto aéreo y no hay tiranosaurios) puedes mirar dos fichas de hierba cualesquiera del tablero.

Por último queda explicar cómo se termina la partida y cómo se gana. Respondiendo a la primera pregunta, la partida termina cuando:

-No quedan diplodocus de un color en el tablero.
-No quedan fichas de hierba en el tablero.
-Durante dos rondas seguidas nadie ha comido fichas de hierba ni diplodocus.

En cuanto a quién gana, pues si la partida termina porque un jugador se ha quedado sin diplodocus, automáticamente gana el otro. En caso de que haya terminado por alguna otra razón, se contarán los puntos de victoria, y en caso de empate, el que tenga menos fichas de hierba.

Fácil de aprender, rápido de jugar y bastante divertido.

Por Jokin

Cyberinsomne Zaragoza

Hoy toca hablar de unas jornadas de rol con las que si bien no tenemos relación alguna, nos parece que son una opción interesante, como para hablar de ellas. Son las Cyberinsomne, versión online de “La noche insomne”, un clásico del rol que se lleva a cabo en septiembre en Zaragoza, que este año expande sus horizontes eliminando la barrera geográfica y lanzándose a Internet.

Más información en su página web.

Draftosaurus


Draftoraurus nos pone en la piel de gestores de un parque de atracciones y dinosaurios (¿qué podría salir mal?). Juego rápido, simpático y de reglas sencillas, pero que requiere darle al coco y resulta muy adictivo, con una mecánica de draft, que le da toda la chicha al juego.


Lo primero que tenemos que hacer es ajustar el número de dinosaurios, para que haya 12 por jugador. De esta manera, si juegan 5 habrá 60, a 4 serán 48, etc. Y son 6 especies de dinosaurio, concretamente el verdesaurio, el naranjasaurio, el rosasaurio (parece un diplodocus), el amarillosaurio (claramente un triceratops), el azulosaurio (un stegosaurio) y el tiranosaurio, que es rojo y tiene alguna regla especial.


Cada jugador tiene su tablero, todos iguales, y que están divididos en seis recintos, más el río, que es al revés. La importancia es sobre todo a la hora de puntuar, pero también es relevante, pues no siempre vas a poder poner el dinosaurio que quieras donde quieras.

Bosque de la similitud – El rey de la junglaEl trío leñoso – El prado de las diferenciasLa pradera del amor – La isla solitaria.


Pues empecemos: cada jugador roba 6 dinosaurios de la bolsa, sin que nadie los vea, el jugador más joven lanza el dado, ignora el resultado y pone un dinosaurio donde le dé la gana.
¿Pero entonces, para qué está el dado?
Fácil: afecta a cómo pueden colocar los demás jugadores. En orden, irán colocando cada uno un dinosaurio, en función de lo que haya dicho el dado. Estos son los resultados posibles del dado:
Bosque: Solo se puede colocar dinosaurio en bosque (los recintos verdes).-Pradera: Solo se puede colocar en pradera (los anaranjados).-Baños: Solo se puede colocar en los recintos a la derecha del río.-Cafetería:  Solo se puede colocar en los recintos a la izquierdadel río.-Solitario: Hay que poner donde no tengas ningún otro dinosaurio.-No tiranosaurio: Hay que poner donde no tengas ningún tiranosaurio.
Si no puedes, o no quieres, siempre puedes poner en el río, salga lo que salga en el dado.
Una vez todos han colocado su primer dinosaurio, será cuando empieza el juego de verdad y cobra sentido el nombre del juego. Cada jugador le pasa todos los dinosaurios que tiene en la mano al jugador de su izquierda, y el que tiró el dado le pasa también al de su izquierda el dado, que será quien tire y, con la opción de ignorarlo, coloque el primero.
Así se hará, siguiendo la secuencia “tirar dado, cada jugador pone un dinosaurio, rulamos los dinosaurios” hasta que todos han puesto sus seis dinosaurios. Entonces cada jugador robará otros seis dinosaurios y se jugará la segunda ronda, tras la que se procederá a puntuar.
¿Cómo puntúan los recintos?
Bosque de la similitud: Aquí todos los dinosaurios que pongas tienen que ser del mismo color. Si tienes uno te llevas dos puntos, con dos 4 puntos, con tres 8… y si has conseguido poner los 6, te llevas 24 puntos. 
El rey de la jungla: Solo puedes poner un dinosaurio. Si al contar los puntos nadie tiene más que tú de esa especie, te llevas 7 puntos.
El trío leñoso: Puedes poner exactamente tres dinosaurios, de cualquier especie. Si lo haces, ganas 7 puntos.
El prado de las diferencias: No puede haber más de un dinosaurio de cada especie. Y, parecido al bosque, uno te da un punto, dos te dan tres… y poner los 6 te genera 21 puntos.
La pradera del amor: Puedes poner hasta dos de cada especie. Cada pareja (dos del mismo color) te da 5 puntos.
La isla solitaria: Puedes poner un único dinosaurio. Si es el único que tienes de esa especie, ganas 7 puntos.
El río: Cada dinosaurio vale un punto.

Además, cada recinto en el que tengas al menos un tiranosaurio, te da un punto más. Se cuentan los puntos y el que más tenga, ha ganado.

Pero si se quiere alargar la partida o darle más variedad, tenemos… el tablero de invierno.

El bosque ordenado – El puesto de observaciónEl puente de los enamoradosLa zona en cuarentena – La pirámide


Se puede usar por sí solo, o como complemento al de verano. Nosotros solemos jugar las partidas a doble vuelta (un verano y un invierno), pero se puede variar esto.


Las reglas son las mismas, siendo diferentes los recintos:
El bosque ordenado: Puede albergar dos tipos de dinosaurio, y se van colocando alternamente. Los puntos, según la tablita y el número de dinosaurios, hasta 24.El puesto de observación: Pones un dinosaurio y a la hora de puntuar ganas dos puntos por cada ejemplar de esa especie que tenga el jugador de tu derecha. El puente de los enamorados: Por cada pareja del mismo color que haya con un miembro a cada lado, ganas seis puntos. La zona en cuarentena: Puedes poner un dinosaurio. Después de haberlos colocado todos, lo recolocas donde quieras, sin necesidad de tirar el dado (pero que sea legal, claro).La pirámide: Empezando, claro, por abajo, vas rellenando los pisos, pero con la restricción de que no puede haber dos dinosaurios de la misma especie adyacentes. Puntúas según número de dinosaurios, hasta un máximo de 21 si completas la pirámide.
Como pasa en el verano, cada dinosaurio en el río es un punto y cada recinto con tiranosaurio otro punto extra.


Draftosaurius es un juego muy adictivo, con un importante factor pique y mucha más chicha de lo que parece. Además, la rapidez de sus partidas y la sencillez de sus normas hacen de ñel el juego ideal para rellenar espacios de tiempo cortos.


De dos a 5 jugadores. 

Por Jokin